AMD notificó recientemente a los usuarios que la actualización de Windows 10 a la versión estable de Windows 11 podría afectar sus sistemas. Debido a un error o optimizaciones deficientes, Windows 11 provoca picos significativos en los retrasos de la caché L3 en sistemas compatibles basados en AMD. Esos picos, a su vez, reducen el rendimiento en juegos y aplicaciones sensibles a la memoria hasta en un 15%. Para empeorar las cosas, la primera actualización acumulativa para Windows 11 paralizó aún más el rendimiento al aumentar cuatro veces los retrasos de la caché L3.
Afortunadamente, AMD y Microsoft identificaron el problema y publicaron una solución de error en un tiempo relativamente corto (no mencionemos el hecho de que Windows Insiders informó caídas de rendimiento meses antes del lanzamiento de Windows 11). Hace un par de días, Microsoft envió una actualización acumulativa en el anillo Beta y Release Preview. El registro de cambios menciona un parche para problemas de rendimiento en computadoras con Windows 11 y procesadores AMD basados en Zen. Mientras los usuarios esperan que Microsoft implemente el parche en el canal estable, AIDA64, desarrolladores de la popular utilidad de diagnóstico para Windows, confirmaron que Microsoft ha solucionado con éxito el problema de retraso de la caché.
AIDA64 publicó sus hallazgos en su cuenta de Twitter. Según los datos, KB5006746 reduce los retrasos de la caché L3 a sus niveles adecuados (~10 ns en Windows 10, ~42 ns en Windows 11 con parches previos y ~10 ns después de aplicar las correcciones). Curiosamente, el problema no sólo afecta a las CPU AMD más antiguas. Los usuarios informaron caídas de rendimiento incluso en los últimos procesadores Ryzen 5000 con una arquitectura de caché significativamente mejorada. Afortunadamente, Windows 10 build 22000.282 soluciona el problema.
Si tiene una PC moderna basada en AMD y desea actualizar de Windows 10 a Windows 11, dele a Microsoft un par de semanas más para entregar parches a los usuarios en el canal estable. Tenga en cuenta que los problemas de rendimiento no son el único problema que Microsoft tiene que solucionar en Windows 11. La empresa tiene un dedicado rastreador de problemas donde los usuarios pueden comprobar errores conocidos y posibles soluciones. Asegúrese de verificarlo antes de apretar el gatillo y actualizar a Windows 11.
