AT&T, Sprint y T-Mobile venden acceso a los datos de ubicación de los clientes. Como experimento, Joseph Cox pagó a un cazarrecompensas para que localizara un teléfono y funcionó.
El cazarrecompensas hizo todo esto sin implementar una herramienta de piratería ni tener ningún conocimiento previo del paradero del teléfono. En cambio, la herramienta de seguimiento se basa en datos de ubicación en tiempo real vendidos a cazarrecompensas que, en última instancia, se originaron en las propias empresas de telecomunicaciones, incluidas T-Mobile, AT&T y Sprint, según descubrió una investigación de Motherboard. Estas capacidades de vigilancia a veces se venden a través de redes de boca en boca.
La tecnología aparentemente funciona en todas las redes móviles, pero hubo algún problema con Verizon. Prácticas turbias como esta son la razón por la que necesitamos un GDPR estadounidense, así como una mejor FCC.
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