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China prohibirá los cargadores inalámbricos de más de 50W

China prohibirá los cargadores inalámbricos de más de 50W. En carga rápida, las marcas chinas tienen la última palabra, ya sea cableada o inalámbrica. Xiaomi anunció recientemente carga por cable de 200 W y carga inalámbrica de 120 W, por lo que parece que el cielo era el límite. O no. China puede limitar la potencia máxima de carga inalámbrica a 50W.

MyDrivers recoge la noticia de que el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información de China propuso un borrador sobre el uso de tecnología de carga inalámbrica que limitaría los cargadores inalámbricos a un máximo de 50W a partir de 2022. En China, pero sus repercusiones podrían sentirse a nivel mundial.

Cargadores inalámbricos a 50W máximo

Los últimos estándares USB elevan el límite teórico para la carga rápida -con baterías duales de por medio- hasta los 480W, pero es posible que no veamos su implementación, al menos en la carga inalámbrica. El gobierno chino parece estar preparando un límite para la carga inalámbrica: 50 vatios.

El motivo es un documento del Ministerio de Industria y Tecnología de la Información de China, que estipula que es necesario regular el uso del espectro radioeléctrico para los equipos de carga inalámbrica. La idea es evitar interferencias perjudiciales con otros servicios como la aviación, la navegación o la observación astronómica.

Entre las recomendaciones, el documento exige que a partir del 1 de enero de 2022, todos los cargadores inalámbricos móviles y portátiles producidos e importados para su venta y uso en China no superen esta capacidad de carga de 50 vatios. El documento aún es un borrador, por lo que podría haber cambios antes de fin de año.

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Si bien esta prohibición afecta únicamente a China, son precisamente los fabricantes del país los que están superando esta capacidad de carga: Xiaomi anunció y ya puso a la venta su cargador inalámbrico de 80W, al que siguió la versión de 120W. Ninguno de ellos debería estar disponible el próximo año, y esto podría afectar a los recursos que las empresas chinas invierten en esta tecnología, lo que a su vez podría suponer el estancamiento de la tecnología de carga inalámbrica global en torno a estos 50 vatios.