Según se informa, investigadores chinos han actualizado el método convencional de salto de esquà para lanzar un avión al mar para la era hipersónica para hacer que los viajes espaciales sean más simples y seguros, según un informe de la Poste matutino del sur de China (SCMP).
Wang Yunpeng, profesor asociado del Instituto de Mecánica de la Academia de Ciencias de China, y sus colegas utilizaron modelos reducidos de un avión orbital, similar al transbordador espacial, y de un transportador hipersónico, para evaluar la técnica a siete veces la velocidad velocidad del sonido.
Modificación de la tecnologÃa de salto de esquÃ
Los resultados afirman que la tecnologÃa de salto de esquÃ, que se considera obsoleta en los portaaviones modernos, puede modificarse para lanzamientos orbitales desde el espacio cercano.
Para imitar la activación del motor de un cohete, los investigadores utilizaron un pistón para propulsar un avión a escala 1/80 desde un portamodelos de un metro de largo mientras el túnel de viento JF-12 de China alcanzaba Mach 7.
El avión despegó desde la parte superior del portaaviones en un instante y, cuando el túnel se apagó, cayó al suelo y se hizo añicos en varios pedazos.
El equipo de investigación afirma que esta costosa y breve prueba demostró la viabilidad y eficiencia de la técnica de separación activa.
SCMP señala que el JF-12 es uno de los túneles de viento más potentes del mundo y simula ondas de choque de explosiones quÃmicas con un flujo de aire caliente que se mueve a hipervelocidad.
Las duras circunstancias del vuelo hipersónico se replicaron con precisión, pero solo pueden durar un segundo.
Según los investigadores, hubo tiempo suficiente para confirmar que el diseño modificado del salto de esquÃ, en comparación con las técnicas de separación convencionales, eliminaba el espacio entre los dos cuerpos del avión y minimizaba la posibilidad de colisión.
El salto de esquà a bordo de portaaviones convencionales sirve como una breve pista de aterrizaje para los aviones, proporcionándoles la sustentación suficiente para despegar desde la cubierta impulsados ​​únicamente por su peso mientras el portaaviones se mueve a toda velocidad contra el viento a unos 60 km/h (37 mph). ), según SCMP.
Los investigadores nivelaron la pendiente ascendente del pequeño salto de esquà para producir una superficie completamente plana para que la versión hipersónica disminuya la resistencia que resulta cuando dos vehÃculos se separan a velocidades increÃblemente altas.
Cuando el avión se acercó al final de la pista durante el experimento en el túnel de viento, la tripulación vio que el morro se levantaba debido al empujón de las ondas de choque generadas debajo de la sección frontal superior del avión espacial.
El avión descendió como resultado de otro grupo de ondas de choque que se desarrollaron cerca de la cola justo cuando estaba a punto de despegar de la plataforma del portaaviones.
Separación recta
Según el equipo de Wang, las dos fuerzas opuestas se equilibraron para producir una separación suave y recta.
Además, crearon un sistema automatizado para controlar todos los aspectos del experimento, desde las herramientas mecánicas hasta las cámaras de alta velocidad que registraron la separación.
Wang dijo que un avión espacial de etapa superior de tamaño completo con motores de cohete que produzcan 1.500 kilonewtons de empuje podrÃa despegar en unos ocho segundos y pesar 87 toneladas.
Según los investigadores, los resultados del túnel de choque tuvieron que combinarse con experimentos que tuvieron tiempos de prueba más largos, antes de que el dispositivo estuviera preparado para salir del laboratorio.
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