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¿Cómo afecta la carga rápida de hasta 120 W a la salud de las baterías de los teléfonos?

En este artículo, analizaremos los efectos para la salud de cargar rápidamente la batería de un teléfono celular hasta 120W. La lucha por la carga rápida más potente tiene algunos efectos secundarios negativos en nuestros smartphones, según los fabricantes.

¿Cómo afecta la carga rápida de hasta 120W a la salud de las baterías de los móviles?

Las baterías se hicieron más grandes y hubo que reducir los tiempos de carga. No era lo mismo cargar una batería de 2.500 mAh que cargar una de 6.000 mAh, y estamos hablando de varias horas de diferencia aquí.

Por eso, desde hace más de cinco años, las tecnologías de carga rápida están entre nosotros, prometiendo llevar la batería al 100% en tan solo unos minutos.

Y, como toda carrera, lo que empezó con cargadores rápidos de 18W, ahora pasa por los 200W y subiendo, aunque parezca totalmente irreal.

El problema es que la carga rápida, por naturaleza, es más dañina para la batería que la carga normal. No importa cuánto mejoren las tecnologías. Y es que poner más energía en menos tiempo tiene un precio que pagar.

En esta guerra está el nuevo Xiaomi 11T, que llegará a finales de semanas al mercado, y el fabricante ya ha confirmado que el 11T Pro traerá carga rápida de 120W por cable.

Y, como es un tema de interés, la compañía acaba de revelar cómo afectará esta solución de carga ultrarrápida a la salud de la batería. El jefe de comunicación de Xiaomi, Daniel Desjarlais, ha afirmado que se puede esperar un 80% de capacidad de la batería después de 800 ciclos de carga (unos dos años de uso).

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Esta promesa puede no parecer gran cosa, pero es extremadamente baja en comparación con la pérdida típica de baterías de teléfonos inteligentes después de 24 meses de uso. Es más, estamos hablando de una pérdida media que experimentan muchas baterías de teléfonos tras 24 meses de uso.

Y así lo explica Desjarlais, quien afirma que las diferencias en la degradación de la batería son mínimas cuando se utiliza un cargador ultrarrápido frente a uno más lento.

Sin embargo, cuando se trata de cargar durante la noche, el responsable de comunicaciones no dudaría en recomendar la opción más lenta en beneficio del teléfono.

Y en esta misma dirección habló Oppo, que afirmó que su solución de carga por cable de 65W solo pierde un 9% de capacidad después de 800 ciclos de carga. Es decir, baja al 91% al cabo de dos años y al 80% al cabo de cuatro (1.500 ciclos de carga).

Como ves, el conocimiento popular y el sentido común empiezan a chocar con los datos de los fabricantes. ¿Veremos algún día cargas ultrarrápidas que no dañen las baterías? Si preguntamos a los fabricantes, seguro que acertamos con la respuesta.