Todas las Noticias en Películas, Avances de Películas y Reseñas.

Critica | El planeta de los simios: la guerra es el final que merecía la trilogía

Planeta dos Macacos – Guerra ya está en todos los cines brasileños.

“Planet of the Apes – The War”, es la tercera y última película de su trilogía, y está dirigida una vez más por Matt Reeves, quien también fue responsable de la película anterior, Planet of the Apes – The Showdown. Aquí, vemos una continuación casi directa de la segunda película, donde César (Andy Serkis) y sus seguidores de los monos van a la guerra con los humanos, y de todos modos están tratando de salvarse.

En este análisis, comenzaré con las actuaciones, porque son algo para elogiar aquí. Andy Serkis, como César, ya experimentado en su carrera en el proceso de capturar movimientos, ofrece una actuación increíble una vez más, vemos sus gestos, sentimos su aspecto y sus acciones son tan naturales que olvidamos por completo que hay alguien detrás de eso. mono. Él es un verdadero genio en este proceso. En la misma línea, entre las actuaciones por captura, un punto culminante extremadamente positivo para Steve Zahn, interpretando a Bad Ape, y para Karin Konoval, interpretando a Maurice en otra oportunidad. Steve logra ser cómico, como es algo recurrente en su carrera, pero también aporta pureza y emoción a su papel. Karin, mantiene una actuación muy naturalista como el “orangután”, habla poco pero transmite mucho a través de sus pequeñas acciones y miradas.

La joven Amiah Miller, que interpreta a la pequeña Nova en la película, nos sorprende y nos hace simpatizar con su personaje, a pesar de que no pronuncia una sola palabra. Para cerrar, Woody Harrelson es muy bueno como el antagonista en “Planet of the Apes – The War”, con una actuación imponente pero sin exagerar, como O Colonel.
Cabe señalar el gran trabajo de los gráficos por computadora realizado en toda la trilogía, que en este capítulo final, trae un universo aún más palpable. Desde la caracterización de los monos hasta el diseño de producción, como ya habíamos visto en Planet of the Apes – The Showdown, todo es estupendo y realista.

Recomendado:  El creador de los Goldbergs al convencer a Robert Englund para que vuelva como Freddy Krueger

Llegando a la dirección de Matt Reeves y el guión, también realizado por Reeves, pero junto a Mark Bomback (que ya había trabajado en la última película), se puede decir que son solo cumplidos. En su dirección, Matt, que solo ha tenido excelentes trabajos desde que se centró en el cine desde 2008 con Cloverfield, es una vez más brillante, delicado, sucinto y sin un estilo marcado, por así decirlo. Conduce el trabajo de la cámara muy bien, con muchas variantes, abusando un poco menos de primeros planos que en tu último trabajo. La dirección de los actores es excelente, haciendo que la orquestación de CGI y actores sea intocable. Realmente es un tipo que sabe cómo trabajar con estos gráficos. Junto con la fotografía, notamos una paleta de colores muy fría la mayor parte del tiempo, grisácea y melancólica. El director de fotografía que está perfectamente ejecutado por Michael Seresin, conocido principalmente por haber trabajado en la segunda película de la franquicia y en Harry Potter y el prisionero de Azkaban.

Las opciones generales de edición del director son buenas, el uso de la banda sonora compuesta por Michael Giacchino es uno de los aspectos más destacados. La excepción es la falta de ritmo que la película tiene a veces, y es una película de casi 2 horas y media de duración.

Terminando con el guión, está bien dirigido y valiente, sin apresurar la trama para llegar a los momentos de acción, sin duda es la película más dramática e íntima de la saga. El desarrollo de su personaje es excelente, haciéndonos conocer y cuidar incluso a los más crueles. El tema abordado por sus protagonistas, tanto del lado de los humanos como de los monos, es muy significativo y trae reflexión. El último acto de la película es sin duda el mejor, siendo emotivo, conmovedor y con buenos acabados para los personajes de esta trilogía tan redonda. Su único problema, tal vez, es la existencia de algunos diálogos expositivos en situaciones de “cliché”, pero que se compensan con las actuaciones, especialmente cuando estos diálogos son entre Woody Harrelson y Andy Serkis, ambos increíbles en estos momentos.

Recomendado:  Física para Instagram: cómo funcionan los atardeceres