¿Cuánto contaminan las nuevas tecnologías de entrega de paquetes? Últimamente hemos visto que ha habido un foco de interés dentro de un sector de la industria tecnológica por el uso de medios de transporte no tripulados como drones o carritos, que se encargan de entregar un pedido esperado.
Esta tecnología se ha empleado principalmente en los Estados Unidos, como parte del reciente despliegue de planes piloto. Sin embargo, dado su potencial de expansión, un equipo de investigación analizó el impacto de estos nuevos vehículos en el medio ambiente.
Vehículos de reparto autónomos sometidos a un análisis de huella de carbono
A estudiar Investigadores de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, revelaron que el uso de las mencionadas nuevas tecnologías de transporte para paquetería privada no tiene un gran impacto en el medio ambiente.
Inspirados por el crecimiento explosivo del comercio en línea en el contexto global reciente, Gregory Keoleian de la Universidad de Michigan y su equipo de investigación se propusieron analizar cómo la informatización de esta nueva era de entrega podría ser perjudicial para la capa de ozono.
Considerando los escenarios más comunes, los investigadores consideraron 12 situaciones, pasando de un modelo de transporte tradicional impulsado por humanos a un marco totalmente mecanizado, todas con la tarea común de entregar un paquete cada media milla dentro de un solo tramo de carretera. En cada escenario determinaron las emisiones de sustancias que afectan la capa de ozono, así como la huella de carbono de cada paquete transportado.
Para este análisis, el estudio analizó los datos de producción y emisiones operativas de un robot comercial de transporte compartido y varias camionetas de carga, incluidos modelos autónomos y de propulsión humana, que utilizan diferentes tipos de combustible, baterías y capacidades de carga.
Los resultados muestran que la automatización del transporte de paquetes de la mano de estos nuevos vehículos supone un porcentaje que se puede considerar pequeño (<20%), de la huella emitida por un paquete.
En igualdad de condiciones, el tamaño del vehículo de transporte y la fuente de combustible influyeron en gran medida en la producción general de sustancias que agotan la capa de ozono. Para ilustrar esta diferencia, los investigadores señalan: “Por ejemplo, el uso de una camioneta a gasolina casi duplicó las emisiones por paquete en comparación con la entrega con un modelo a batería. Además, una furgoneta de carga más grande, con capacidad para 180 bultos, tenía aproximadamente un 50 % más de emisiones de gases de efecto invernadero por bulto que una furgoneta con 80 bultos”.
Lo interesante es que a pesar de la “buena evaluación” de los vehículos modernos que motivó este estudio, según el informe de resultados, el caso evaluado con menor cantidad de emisiones por bulto es el uso de un pequeño vehículo humano alimentado por baterías. – furgoneta operada.
