Tenga cuidado con la gente rica que quiere cambiar el mundo. Cambiar el mundo es algo que escuchamos con bastante frecuencia en Silicon Valley, pero por lo general suena hueco.
Al principio, piensas: los ricos marcan la diferencia, ¡tan generosos! Hasta que consideres que Estados Unidos podría no estar en la situación en que se encuentra si no hubiéramos caído en el tipo de cambio que estos ganadores han estado vendiendo: cambio falso.
Por supuesto, las iniciativas que cambian el mundo financiadas por los ganadores del capitalismo de mercado curan a los enfermos, enriquecen a los pobres y salvan vidas. Pero incluso mientras retribuyen, las élites estadounidenses generalmente buscan mantener el sistema que causa muchos de los problemas que intentan solucionar, y su ayuda es parte de cómo lo logran. Por lo tanto, su hacer el bien es cómplice de un daño mayor, aunque más invisible.
Un buen ejemplo de esto es Elon Musk. Si no puede convertirlo en un truco publicitario, no le importa. ¿Qué pasó con su “arreglo” de la crisis del agua de Flint?
Echale un vistazo: Cuidado con los ricos que quieren cambiar el mundo
