Toshiba, un fabricante de tecnología japonés afectado por un escándalo, aceptó una oferta pública de adquisición de Japan Industrial Partners por un valor de 2 billones de yenes (15 mil millones de dólares), lo que marca un hito importante en los esfuerzos de recuperación de la compañía, según un informe de AP el viernes 24 de marzo.
Si se concede el plan, la empresa podría salir de la Bolsa de Valores de Tokio y volverse privada. A pesar del desarrollo favorable, los inversionistas activistas extranjeros que poseen una porción considerable de las acciones de Toshiba pueden no estar satisfechos con la aceptación de la oferta, como señaló AP.
Socios japoneses
La oferta, que fue aceptada por la junta directiva de Toshiba a 4.620 yenes (36 dólares) por acción, fue realizada por Japan Industrial Partners, un fondo de adquisiciones compuesto por importantes bancos y empresas.
El acuerdo mantendría el negocio de Toshiba en Japón en colaboración con socios japoneses, y el consorcio incluye aproximadamente 20 empresas japonesas, incluida la firma de servicios financieros Orix Corp., el fabricante de productos electrónicos Rohm Co. y megabancos como Sumitomo Mitsui Banking Corp.
Según informes de los medios japoneses, Japan Industrial Partners también ha invertido en varias empresas de renombre, como NEC, Sony, Hitachi y Olympus.
Toshiba ha atravesado importantes desafíos en los últimos años, con un escándalo contable en 2015 y problemas en su negocio de energía nuclear.
La división nuclear estadounidense de la compañía, Westinghouse, se declaró en quiebra en 2017 después de incurrir en pérdidas significativas debido a los grandes costos de seguridad.
En 2011, un terremoto y un tsunami dañaron gravemente la central nuclear de Fukushima, que también está siendo desmantelada por Toshiba.
Cambios de liderazgo
Toshiba ha pasado por varios cambios de liderazgo a lo largo de los años a medida que la empresa, anteriormente conocida por fabricar electrodomésticos, computadoras portátiles, baterías y chips para computadoras, ha quedado bajo el escrutinio de accionistas activistas extranjeros.
En los últimos años, la corporación ha intentado privatizarse con planes de dividirse en tres y luego dos empresas, las cuales fueron rechazadas por los accionistas. Toshiba podría deshacerse de los inversores activistas si fuera excluida de la lista.
El plan aún tiene que pasar revisiones regulatorias en varios países, incluidos Estados Unidos, Alemania, Vietnam y Marruecos. Se estima que este proceso llevará muchos meses, según AP.
Considerando las posibles ventajas, no está claro si Toshiba sería capaz de retomar su fuerte trayectoria de crecimiento. En contraste con una expectativa anterior de una ganancia de 190 mil millones de yenes ($1,5 mil millones), la compañía revisó este mes su pronóstico de ganancias para el año fiscal hasta marzo a la baja a 130 mil millones de yenes ($1 mil millones).
Como fabricante de equipos de telégrafo, Toshiba se fundó en 1875 y el nombre se ha asociado durante mucho tiempo con la fortaleza de la industria manufacturera de Japón.
Aunque Toshiba sigue teniendo intereses en Kioxia, la corporación ha vendido varias de sus operaciones corporativas, incluida su división de memoria flash, ahora conocida como Kioxia.
En resumen, la aceptación por parte de Toshiba de la oferta pública de adquisición de Japan Industrial Partners marca un hito importante en los esfuerzos de la empresa por mejorar su suerte.
El acuerdo permitiría a Toshiba volverse privada y salir de la Bolsa de Valores de Tokio. Sin embargo, queda por ver si la propuesta caerá bien entre los inversores activistas extranjeros y su aprobación aún está sujeta a revisiones regulatorias en varios países.
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