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La arquitectura empresarial reduce la complejidad

En el blog anterior Se discutió el abastecimiento selectivo y la subdivisión asociada en relación con la arquitectura empresarial (EA). La pregunta es: ¿la aplicación de EA en la subcontratación de TI conduce a una complejidad al cuadrado?

EA existe tanto de principios como de marcos y objetivos en torno al panorama empresarial y de TI actual y futuro. Se trata de descripciones en forma de una arquitectura base (situación actual) y una arquitectura objetivo (situación futura). Los actores y sus intereses (preocupaciones) y diferentes puntos de vista para mirar una misma realidad son centrales.

La presencia de estos llamados puntos de vista significa que el arquitecto empresarial trabaja con diferentes visualizaciones, que forman parte de la arquitectura. En general, se hace una distinción entre la arquitectura empresarial, de información, de aplicaciones y de infraestructura.

La hoja de ruta hacia la arquitectura de destino describe los pasos para lograr la situación deseada, razonados a partir de las condiciones previas impuestas por la arquitectura de referencia y las leyes y regulaciones aplicables. La hoja de ruta tiene en cuenta el nivel de madurez de la infraestructura de TI y el diseño de procesos de “trabajo bajo arquitectura”.

El tiempo de respuesta de la hoja de ruta también depende de numerosos factores, como la capacidad de cambio, la gestión deseable del ciclo de vida, la capacidad innovadora de la organización, la secuencialidad, las dependencias que existen entre los programas o componentes del programa y la cartera de proyectos, combinados con el negocio. análisis de casos y cronogramas de recursos. Esta es otra visión algo general de EA.

Coherencia entre procesos y tecnología.
La EA entra inmediatamente en juego cuando se trata de cómo salvaguardar la cohesión entre la organización y los procesos, por un lado, y el suministro de información, por otro. EA proporciona información sobre la relación entre organización, procesos, productos y el suministro de información funcional y técnica. Por lo tanto, EA es muy útil para responder a la pregunta de si los dominios deberían permanecer internos o deberían ser internos, o si deberían subcontratarse. Según la arquitectura de destino, es más fácil determinar qué áreas de especialización debería tener la organización internamente.

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Tenga en cuenta que esto puede afectar tanto a la experiencia existente como a la experiencia que la organización desea desarrollar. En base a esto, los dominios pueden presentarse rápidamente como candidatos para la subcontratación o la subcontratación interna. Durante la determinación del alcance también puede resultar útil comprobar con los proveedores cuáles son las opciones sensatas en este ámbito, teniendo en cuenta sus planes a corto y largo plazo con sus productos y servicios.

La asignación es una gran oportunidad para hacer “preguntas relacionadas con la arquitectura” sobre la visión del proveedor sobre, por ejemplo, el lugar de trabajo, el uso de tecnologías de comunicación y colaboración, la nueva forma de trabajar y las aplicaciones en la nube. Por ejemplo, ¿cuál es la implicación para la seguridad de la información cuando se elige la computación en la nube para algunos lotes de infraestructura? A partir de las respuestas se puede realizar una determinación exhaustiva del alcance.

Conclusión: si se utiliza correctamente, EA es una excelente herramienta para reducir la complejidad de los problemas de subcontratación. Especialmente si se opta por una estrategia de abastecimiento selectivo. Pero, ¿cómo se crea una hoja de ruta para hacer realidad su visión? Continuará.