La escasez mundial de componentes provocada por la pandemia de COVID-19 también está afectando a los fabricantes de enrutadores. Los proveedores de banda ancha y los fabricantes de enrutadores están experimentando retrasos de más de un año en sus pedidos desde países asiáticos. La escasez de componentes como los módems ha provocado una reducción drástica del suministro, lo que ha provocado retrasos de semanas.
La industria de los enrutadores ha sufrido lo mismo que otras industrias; después del cierre de COVID-19, las fábricas en el sudeste asiático simplemente no pueden satisfacer la demanda de componentes como chips. Además, los componentes suelen priorizarse para otros productos que son más rentables, como los teléfonos inteligentes, por el número de unidades demandadas o el beneficio por unidad.
Los fabricantes de enrutadores también se enfrentan a una escasez de componentes
Los enrutadores también parecen haber sufrido el doble. Además de la escasez de componentes debido al cierre de fábricas debido a la pandemia, también existe una demanda aún mayor por parte de los clientes. Esto se debe al cambio hacia el trabajo en casa y a tener más vida desde casa debido a los confinamientos, lo que ha generado una demanda de mejores dispositivos domésticos.
¿Cuales son las consecuencias de esto? La falta de enrutadores puede dificultar que los operadores consigan nuevos clientes. Un nuevo cliente suele significar ofrecerle también un nuevo dispositivo, por eso las cosas son más complicadas de lo habitual.
La “crisis global de los chips” se cobra cada vez más víctimas y provoca situaciones de lo más interesantes. Uno de los primeros efectos que vimos de esto fue la reducción en la producción de teléfonos celulares, computadoras y otros productos de consumo.
Para empeorar las cosas, Taiwán enfrenta una sequía que puede alterar la producción. Como consecuencia, países como China buscan apostar por la producción local para evitar estas situaciones en el futuro. Foxconn espera que esto dure al menos hasta 2022.
