El hacker holandés ya fue detenido por la policía en noviembre. Según las autoridades, el hacker está detrás de la venta de datos personales de “casi todos los austriacos”.
En mayo de 2020, la violación de datos salió a la luz ante el gobierno austriaco cuando se ofreció como rescate una base de datos que contenía los datos personales de casi todos los residentes. En ese momento aún se desconocía quién vendió los datos y cómo se obtuvieron. La información ofrecida a la venta incluye nombres, direcciones y fechas de nacimiento. Los datos robados provienen de los gobiernos, donde todos los ciudadanos deben proporcionar dichos datos para registrarse.
Resuelta la violación de datos en Austria
A través de Reuters Ahora se sabe que la policía ha detenido a un holandés de 25 años. El sospechoso es responsable de obtener y vender los datos. No se sabe si el hacker vendió realmente los 9,1 millones de conjuntos de datos de austriacos a delincuentes. La Policía Federal de Austria así lo asume y también confirmó la autenticidad de los datos.
Además de los conjuntos de datos de casi todos los ciudadanos de Austria, el hacker también obtuvo datos iguales de colombianos, italianos y holandeses. Se desconoce si también en esos países se están preparando cargos. Se sabe que la policía holandesa dirige la investigación sobre el sospechoso, que fue detenido a finales de noviembre. Desde entonces, la policía ha mantenido su arresto en secreto para no obstaculizar el avance de la investigación.
Sospecha de cuatro hechos
Para localizar al holandés, la policía austriaca simplemente podría rastrear la dirección IP; Los datos del gobierno austriaco siempre se enviaban a esta dirección. La dirección digital estaba vinculada a una dirección residencial en Ámsterdam, de modo que la policía pudiera cercar fácilmente al sospechoso.
El juicio contra el holandés de 25 años continuará en los Países Bajos, a pesar de que las víctimas se encuentran principalmente en Austria. La Fiscalía holandesa afirma que el hacker es sospechoso de cuatro delitos penales, a saber: posesión o puesta a disposición de datos no públicos, posesión de software de phishing y herramientas de hacker, invasión de ordenadores y blanqueo de dinero.
El holandés sigue en prisión preventiva a la espera del caso. Su detención se amplió 90 días el 5 de diciembre.