Kaspersky confirmó que los ataques de ransomware dirigido crecen un 767% en un año, la compañía destaca los ataques llevados a cabo por Maze, RagnarLocker y WastedLocker.
El ransomware es una constante en el panorama de la ciberseguridad desde hace unos años. En la última década, los ataques a gran escala de WannaCry y Cryptolocker ocuparon los titulares y causaron estragos.
Desde entonces el volumen de afectados ha disminuido, pero las campañas se han especializado más en un intento de sacar provecho de ellos.
Los ataques de ransomware dirigidos van en aumento
Un informe de Kaspersky revela que, entre 2019 y 2020, los usuarios que encontraron ransomware disminuyeron un 29%. Por otro lado, fueron muchos más los que sufrieron la acción del ransomware dirigido, aumentando el número de víctimas en un 767%.
Estos ataques dirigidos, como su nombre indica, apuntan a un objetivo preseleccionado y lo presionan para que pague el rescate exigido. Por lo general, son objetivos de alto perfil con poder adquisitivo y datos confidenciales, como empresas, agencias gubernamentales u organizaciones de atención médica que reciben ataques sofisticados de compromiso de red, reconocimiento, persistencia y movimiento lateral.
“Lo más probable es que veamos cada vez menos campañas generalizadas dirigidas a los usuarios comunes”, afirma Fedor Sinitsyn, experto en seguridad de Kaspersky. “Por supuesto, eso no quiere decir que los usuarios no sean todavía vulnerables. Sin embargo, es probable que el foco principal siga estando en las empresas y grandes organizaciones, y eso significa que los ataques de ransomware seguirán volviéndose más sofisticados y más destructivos”, añade.
Las tres familias de ransomware más destacadas durante el año pasado fueron Maze, RagnarLocker y WastedLocker. En general, el ransomware que sigue utilizándose con mayor frecuencia es WannaCry, que en 2020 afectó al 16% de los usuarios que encontraron malware capaz de secuestrar ordenadores.
