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Los planetoides con océanos de lava pueden ser la fuente de meteoritos.

Una nueva teoría trata de explicar la formación de condritas, el tipo de meteorito más común encontrado en nuestro planeta.

De todos los meteoritos Al llegar a la superficie de la Tierra, el 86% se clasifican como condritas. Llevan este nombre debido a los miles de pequeñas esferas o granos minerales, los cóndrulos en el interior, que los científicos creen que son los residuos principales de la formación del sistema solar.

Aunque las condritas son abundantes, el proceso que condujo a la formación de los cóndilos sigue siendo un misterio para los científicos. El consenso es que para que emerjan meteoritos tienen que calentarse hasta su punto de fusión y luego enfriarse rápidamente. Hasta ahora no había nada que pudiera explicar este mecanismo, pero un nuevo estudio realizado por William Herbst y James Greenwood en la Universidad Wesleyan en Connecticut, EE. UU., Propone un escenario.

Hace 4.600 millones de años, el sistema solar estaba compuesto por cientos de planetesimales, cuerpos celestes de decenas de kilómetros de diámetro que luego dieron lugar a los planetas. Algunos de estos planetesimales estaban cubiertos por océanos de lava, con temperaturas de más de 1.600 ºC.

Al volar sobre estos mundos jóvenes, los asteroides se calentarían con lava, y la alta temperatura licuaría rápidamente partes de su superficie. A medida que se alejaban, se enfrió rápidamente, dando lugar a los cóndrulos.

Parece que el problema con esta teoría es que el paso de asteroides a través de mundos cubiertos de lava no debería ser un evento muy común. Y algunas condritas aportan evidencia de que han pasado por este proceso de calentamiento y enfriamiento rápido varias veces. Es decir, deberían ser raros.

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Entonces, ¿qué explicaría su abundancia en la Tierra? Física: serían comunes simplemente porque el material es lo suficientemente fuerte como para sobrevivir al viaje a la superficie de nuestro planeta. Meteoritos compuesto de materiales más débiles, simplemente se desintegran al reingresar.

Una solución a este dilema podría ser misiones como Hayabusa 2, de la Agencia Espacial Japonesa (Jaxa), que recolectó muestras del asteroide Ryugu y regresa a la Tierra. Otro es Osiris-Rex de la NASA, que recogerá muestras del asteroide Bennu y regresará a nuestro planeta en 2023.

Asteroide Ryugu

Según Rhian Jones, un especialista en condritis de la Universidad de Manchester, Inglaterra, “la mayoría de las personas se sorprenderán absolutamente si no hay condrules en estas muestras”, dice. Pero si no están presentes, le da peso a la teoría de los médicos Herbst y Greenwood, así como a una nueva y fascinante perspectiva sobre las condiciones iniciales del sistema solar.

Información proporcionada por Los New York Times.