Los principales editores de libros educativos han llevado el caso de Fenlita a los tribunales, exigiendo que el registrador de dominios comparta los detalles de este sitio pirata.
Fenlita es un sitio comercial que comparte la versión pirateada de casi cualquier libro educativo y es popular entre los estudiantes. Pero dado que es una práctica ilegal, ahora está bajo el escrutinio de la ley y los titulares de derechos de autor.
Buscando más detalles del pirata
Después de Sci-Hub y Z-Library, si hay algún otro sitio pirata al que recurran los gorrones es Fenlita, un popular sitio de libros electrónicos que contiene principalmente material educativo. ¡Aunque contiene copias pirateadas, Fenlita se hace pasar por un vendedor legítimo de las versiones digitales de su biblioteca y cobra $20 por cada copia!
Aunque esto es inusual en comparación con los otros sitios piratas, la gente lo compra de todos modos teniendo en cuenta la oferta barata. Bueno, esta popularidad ahora ha atraído a los propietarios reales de los derechos de autor de estos libros, que son principalmente las principales editoriales de libros educativos: Cengage, Macmillan, McGraw-Hill y Pearson.
El mes pasado, estos editores se reunieron en un tribunal para buscar los detalles del sitio web de Fenlita, para presentar cargos contra ellos. Por ello, interpusieron dos denuncias (1,2) solicitando al tribunal que ordene a Namecheap (registrador de dominios de Fenlita) que comparte cualquier detalle de los dueños de Fenlita con ellos.
La solicitud de acción iba acompañada de una lista de cuatro páginas y media que contenía cientos de URL donde se ofrecían libros de texto infractores. Los editores también le han pedido a Namecheap que deshabilite el dominio Fenlita para siempre. Y para los detalles solicitados; Namecheap tiene que compartir;
Información de identificación de la(s) persona(s) responsable(s) del presunto contenido infractor enumerado en el Anexo A adjunto, incluidos, entre otros, los registros administrativos o de facturación que proporcionan el(los) nombre(s), dirección(es), número(s) de teléfono, correo electrónico dirección(es), número(s) de cuenta o cualquier otra información de contacto de dichas personas.
Lo que sucederá después de esto aún no se sabe. Si bien los registradores de dominios compartirían felizmente los detalles solicitados, para no enredarse en demandas, a menudo son inútiles. Los propietarios de sitios piratas sabían que algún día serían atacados, por lo que se registrarán con detalles falsos para evitar ser conocidos.
