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Microsoft no reducirá su comisión por los juegos de Xbox

La semana pasada vimos que Microsoft había confirmado una reducción en la comisión que recibe la compañía por los ingresos generados, a través de Microsoft Store, por todos los juegos vendidos para PC, y también por los micropagos y otras transacciones asociadas a este tipo de productos. Fue una buena noticia para los desarrolladores, y se convirtió en un movimiento que, como os contamos en su momento, acercó al gigante de Redmond a la Epic Games Store.

Tras conocer este cambio de rumbo, sonaron las campanas de que Microsoft también podría aplicar la misma reducción a la comisión que recibe por los juegos vendidos para sus consolas Xbox en general (Xbox One, Xbox One X, Xbox Series S y Xbox Series X), pero hoy hemos conocido, a través de la propia Microsoft, que no piensan cambiar, de momento, el reparto de ingresos que mantienen con los editores de juegos de sus consolas. Esto quiere decir que la comisión se queda en el 70% para ellos y en el 30% para los de Redmond.

No hay duda de que Microsoft Store representa una parte muy pequeña del mercado total si hablamos de ventas globales de videojuegos para PC. Teniendo esto en cuenta, es fácil entender por qué la compañía presidida por Satya Nadella no se lo pensó dos veces a la hora de anunciar esta rebaja en su comisión de ventas, que pasa del 30% al 12%. Si hablamos de Xbox la cosa cambia, y cómo. Esta plataforma representa, en las dos generaciones que representa actualmente, un volumen de juegos vendidos que está a años luz de las ventas de juegos de PC a través de Microsoft Store, y no hace falta ser un experto para entender lo que eso representa.

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Reducir su comisión del 30% al 12% en Microsoft Store puede incluso resultar rentable para la compañía de Redmond, y animar a más editores y editoriales a llevar sus juegos más importantes a esa plataforma. Por otro lado, en el caso de Xbox, una reducción tan pronunciada tendría un impacto considerable en los ingresos de Microsoft, y no habría ningún efecto “compensación” por la llegada de un mayor número de juegos. En definitiva, no sólo no es rentable, sino que sería perjudicial para Microsoft. ¿Qué habría pasado si la compañía hubiera dado este paso? ¿Lo habrían seguido Sony y Nintendo? Probablemente no.

Microsoft apuesta por las exclusivas temporales

La compañía también ha confirmado que planea mantener una política de exclusivas temporales para dar un trato de favor a Xbox, y que el primer “afectado” será STALKER 2, título que llegará primero a Xbox Series S y Xbox Series X, y que tres meses después estará disponible en otras plataformas. Hay que decir que tres meses parece un plazo mucho más razonable que la política de espera de varios años que viene siguiendo Sony.

Una vez pasados ​​esos tres meses, nada impediría el lanzamiento de una versión del juego para PS5, al menos en teoría. La versión para PC llegará al mismo tiempo que Xbox Series S y Xbox Series X, según confirmaron en su momento los propios desarrolladores del juego. En cuanto a Xbox One y PS4, podemos olvidarnos por completo de una versión para dichas consolas, ya que esto sería algo “imposible”.

Entendemos que para un usuario de consola, acostumbrado a que “el milagro de la optimización” permita cosas tan increíbles como mover Cyberpunk 2077 en hardware de gama media de 2013, por poner un ejemplo cercano y fácil de entender, hablar de versiones imposibles es Es un trago difícil de tragar, pero al final no es complicado de entender.

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Los desarrolladores abordaron STALKER 2 como un proyecto de nueva generación y comenzaron con recursos mínimos que no están disponibles en las consolas de la generación anterior. Desarrollar un juego así como título multiplataforma habría impuesto sacrificios muy importantes en cosas muy básicas, como el tamaño de los escenarios y el grado de detalle de estos, y al final el proyecto no habría estado a la altura.