El tercer episodio terminó justo cuando Bradley Jackson estaba a punto de subir al escenario para su primera edición de The Morning Show. El episodio cuatro nos lleva a través de su primera semana en el asiento caliente junto a Alex Levy. No es sorprendente que sea un poco como una montaña rusa.
Reese Witherspoon sale a la luz en The Morning Show
Al igual que con los tres episodios originales, Jennifer Aniston es excelente: una mezcla de frustración, confusión y determinación. Sin embargo, en este episodio, comenzamos a ver a Reese Witherspoon entrar en lo suyo también. La justa ira que muestra cuando su personaje se enfrenta al escándalo de abuso sexual de Mitch Kessler es palpable. La dinámica entre las dos co-presentadoras es tensa sin ser nunca una pelea de gatas femenina.
Además, algunos personajes menos vistos, como la productora de Bradley, Mia Jordan (interpretada por la brillante Karen Pittman) realmente pasan a primer plano en este episodio. Los personajes masculinos principales también se están volviendo cada vez más prominentes. Las reacciones de Chip Black (Mark Duplass) y Cory Ellison (Billy Crudup) en el control mientras reina el caos son fantásticas de ver.
Una vez más, el programa no se esconde de algunos temas políticos contundentes. Un intercambio entre dos personajes sobre la naturaleza del poder sexual de alguna manera subraya la complejidad del tema. Más temprano, una revelación al aire de Bradley ha desencadenado una granada política. (Realmente solté un grito ahogado mientras miraba.) Si se suponía que Apple estaba promocionando contenido que fuera adecuado para la familia y suave, nadie se lo dijo a la Sra. Aniston y la Sra. Witherspoon.
El episodio cuatro es, con mucho, el mejor episodio de The Morning Show hasta ahora. Los personajes están lo suficientemente desarrollados como para que nos preocupen por ellos, pero tienes la sensación de que todavía hay más por venir. La trama está burbujeando muy bien. Parece que va a valer la pena estar atento a todo.
