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Revisión | La chica que robó libros (2013)

No todos reconocen el valor de la lectura. Las páginas de un libro son de enorme importancia y pueden marcar una gran diferencia en el mundo, al menos en el mundo de una persona. Y eso es exactamente lo que sucede con Liesel, uno de los niños más dulces y valientes que encontrarás en el cine. La niña que robaba libros es un largometraje inspirado en el libro de Markus Zusak. No lo leí, así que no puedo hacer comparaciones, simplemente me quedaré con la película. Tenemos aquí otra película sobre la Segunda Guerra Mundial, entre muchas, pero con un toque de sensibilidad que no es fácil de encontrar, como en O Menino do Pyjama Listrado. Y esto es lo que magnifica la característica: la sabiduría de saber cómo suavizar las escenas de guerra y contar la historia de una manera simple y hermosa, después de todo, vemos todo, principalmente, a través de los ojos de un niño.

La niña que robaba libros nos presenta la vida de Liesel, un niño que vive con padres adoptivos, durante la Alemania nazi. Sin muchas opciones, como muchas personas en ese momento, encuentra refugio en los libros que “toma prestados” (como ella misma dice) y en las palabras que lee y luego escribe. EL narrativa de la película está cadenciada, pero eso no te deja cansado, sino todo lo contrario: es un trabajo que te detiene y te sientes cada vez más involucrado en el mundo de Liesel. El trabajo logra mostrar un poco del miedo, la angustia, la tristeza y la tensión de la guerra a lo largo de la vida de la niña. El uso de la muerte como narrador es muy interesante, después de todo, fue un período histórico marcado por innumerables pérdidas, entonces, ¿quién mejor para contar la historia? Pero creo que podría haber sido mejor utilizado.

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EL dirección es bueno, logra liderar muy bien a los actores en la escena y construir relaciones dentro de la película con gran competencia y sensibilidad. Un momento que vale la pena mencionar es cuando los niños cantan en la escuela, frente a las banderas nazis, mientras el ejército de Hitler infunde terror y caos en las calles. Las escenas finales están muy bien hechas, con una sensibilidad impresionante. EL fotografía Aumenta la película. La nieve, el día “pálido” (como dice Liesel) y el tono oscuro y grisáceo realzan en gran medida la atmósfera triste y sombría. La poca iluminación de la casa de los Huberman también resalta la atmósfera oscura de la película. Los años 30/40 están muy bien representados, tanto en el escenario como en el vestuario.

A actuaciones son el punto fuerte de la característica. Geoffrey Rush, como Hans Hubermann, es sensacional. Su actuación es muy convincente y transmite veracidad. Emily Watson (Rosa Hubermann) es quizás lo más destacado: su actuación es una brillantez extraordinaria. Ella es realmente extraordinaria en esta película! Su personaje tiene un cambio significativo, a lo largo de la narración, y es capaz de transmitirlo de una manera muy natural. Sophie Nélisse, como Liesel Meminger, nos presenta un hermoso personaje. Ella logra, con su talento y carisma, conquistar al público. Con pocos gestos y palabras, la actriz logró transmitir todas las emociones de la niña. La forma en que ella y Watson construyeron la relación de madre e hija, poco a poco, fue de una sensibilidad y naturalidad impresionantes. Lo mismo ocurre con la relación padre-hija y la amistad de Liesel con Max y Rudy. El elenco tiene química y todas las relaciones están muy bien construidas y son hermosas.

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La niña que robaba libros Es una película hermosa, que nos muestra el valor y el poder de las palabras (como dice Max: “las palabras son vida”), la importancia del amor y la amistad y cómo debemos disfrutar de las cosas y los momentos más simples de la vida. Es una historia que te mueve y te hace reflexionar. Sin duda, una película para recordar por muchos años.

¿Y tu? ¿Has visto la pelicula? ¡Dinos qué piensas!

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