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Revisión | Russell Brand: Re: nacimiento (Netflix original)

Russell Brand Es conocido por su excentricidad, por decir siempre lo que piensa y por las muchas controversias que ha jugado a lo largo de su carrera. Y estas etapas de su vida siempre han sido los temas principales de sus materiales de pie. Últimamente Russell ha recurrido a temas políticos y filosóficos, con toda su ironía y personalidad única. Puedes ver esto a través de tu podcast Bajo la piel, en el que habla con varias personas notables sobre temas complejos de manera profunda, siempre con los oídos y la mente abiertos. Es sobre este autoconocimiento, este cambio de enfoque y muchas otras preguntas existenciales de las que el comediante británico habló en Re: nacimiento.

El especial comienza de una manera bastante confusa, disparando por todo el lugar, pareciendo que se basaría, nuevamente, en las excentricidades del autor. Una buena parte del comienzo no es interesante por esa razón, principalmente en algunos chistes dirigidos casi exclusivamente al público británico. Se necesita un poco de tiempo para acostumbrarse al ritmo frenético de Russell Brand, que camina, habla rápido, gesticula y salta de un sujeto a otro sin preocuparse. Una vez que el espectador puede sintonizar esa frecuencia, el programa se vuelve mucho más divertido, y esta vez es básicamente lo mismo que el texto toma para tomar una dirección clara y crecer exponencialmente en calidad.

Brand es una persona muy inteligente, que sabe manejar muy bien los asuntos serios cuando lo necesita (incluso cuando hace bromas con ellos todo el tiempo), se ocupa de cuestiones filosóficas y existenciales durante el especial, expresándose poéticamente como en sueños. En estos momentos de parecer perdido, tenemos preciosos segundos de reflexiones sobre política, sobre la vida y, a veces, sobre asuntos muy particulares del actor, como el nacimiento de su hija (que se convierte en una reflexión sobre la conciencia, la felicidad y muchas otras cosas). Russell Brand se burla de sí mismo y, al hacerlo, trata con el ego humano. Se las arregla para alcanzar niveles de crítica algo profundos en unas pocas oraciones, entre una broma y otra. Los chistes son el resultado de estos sueños y caminan entre ellos de manera desorientadora, pero al mismo tiempo con mucho swing, es como un baile enérgico entre la sátira y la crítica o reflexión directa.

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Pocas personas en la escena de la comedia tienen la presencia política e intelectual de Brand y pueden transmitirla a su material mientras lo mantienen divertido. Algunas bromas son viejas e innecesarias y parecen estar ahí para llenar un vacío entre un tema y otro, pero pasan rápidamente y casi pasan desapercibidas. Es interesante notar la presencia de problemas serios, filosóficos y sociales en especiales de comedia recientes. Parece que Nanette de Hannah Gatsby impactó al medio en su conjunto, renovando el formato que ya estaba un poco estancado, y Russell Brand logró entrar muy bien en este vals, trayendo un especial de comedia que no es “solo un espectáculo de stand”. -arriba “.

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