La película trae la historia de WALL-E, abreviatura de Waste Allocation Load Lifter Earth-class (voz original de Ben Burtt), que es el último robot que queda en la Tierra, con el objetivo de limpiar la suciedad que los humanos han producido. En este punto, el planeta está vacío y todas las personas fueron enviadas a otro planeta, ya que la Tierra se había vuelto inadecuada para la supervivencia.
Durante los 700 años que WALL-E trabajó limpiando la Tierra (aunque apenas parecía haber funcionado), el robot adquirió su propia personalidad y comenzó a sentirse solo.
Algún tiempo después, de repente, una gran nave espacial aterriza en la Tierra y deja un robot, mucho más sofisticado y tecnológico que WALL-E. El robot EVA había sido enviado para verificar que la Tierra había sido restaurada y que los humanos ya podían regresar a su planeta.
Después de estar más cerca, WALL-E le presenta a EVA una plántula que encontró. Al mismo tiempo, programado para esto, EVA regresa de donde fue enviado para entregar la planta al capitán de la nave espacial que albergaba a los humanos (voz original de Jeff Garlin). Lo que no sabían era que regresar a la Tierra no sería una tarea tan fácil.
Justo en las primeras escenas de la película, nos presentan a una Tierra llena de basura. El sentimiento de la escena es sofocante. Entonces nos conmueve el pobre WALL-E trabajando todo el tiempo para arreglar la Tierra. Lo peor de todo es que sabemos de inmediato que no hay forma de que arregle la Tierra.
Como es una animación y está dirigida a los niños, reconocemos que la propuesta de Pixar es más que audaz al exponer un problema “adulto” de una manera tan simple que cualquier niño puede entender lo que está sucediendo en la trama.
Dirigido por Andrew Stanton, Wall-E tuvo seis nominaciones al Oscar en 2009, de las cuales ganó el premio a la Mejor Animación.
Elogiado por la crítica, amado por casi todos los fanáticos, Wall-E es sin duda una de las mejores películas de todos los tiempos. ¡Mira el trailer!
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