Prepárate para llorar (¡y mucho!) Con siete minutos después de la medianoche.
Comienzo con la siguiente advertencia: prepare el papel de seda. Oh enserio. Jurar. Yo Nunca Lloro viendo pelĂculas o leyendo libros, pero confieso que fue un desafĂo contener los sollozos que amenazaban con escapar de mĂ en esta pelĂcula. Y no fui el Ăşnico, lo que más se escuchĂł en las escenas mudas de la pelĂcula fueron los sollozos de todos los espectadores, tan llorosos como yo.
Fui al cine a ver Siete minutos despuĂ©s de la medianoche sin la menor idea de lo que era. De las imágenes promocionales, supuse tontamente que era una pelĂcula de terror (¡no me juzgues!), Y no podrĂa estar más equivocado. En los primeros minutos me presentaron la fantasĂa de esta sensacional obra de arte, y supe de inmediato que me iba a encantar esta pelĂcula. Esta vez lo entendĂ bien.
Siete minutos despuĂ©s de la medianoche cuenta la historia de Conor, un niño de 12 años que atraviesa una de las etapas más difĂciles de su vida. Con un padre distante tanto fĂsica como emocionalmente y una abuela rĂgida y frĂa, Conor no tiene a nadie que lo ayude a lidiar con su madre, que está luchando, sin mucho Ă©xito, contra el cáncer.
Obligado a madurar a pesar de ser tan joven, Conor se cierra del mundo y se vuelve prácticamente invisible para todos, que tampoco saben cĂłmo tratar con el niño. Los Ăşnicos que parecen darse cuenta son algunos compañeros de clase, pero eso no es bueno, ya que se burlan de Conor e incluso te ataca fĂsicamente todos los dĂas.
Mira, una noche, mientras dibujas, Conor oye flequillo de un viejo tejo en la colina detrás de su casa. El niño se acerca a la ventana a tiempo para ver un Monstruo gigante, como un árbol con brazos y piernas, caminando hacia tu casa. Sin embargo, al contrario de lo que normalmente harĂa un monstruo, este no vino para asustarte, sino para contar historias.
Y aquĂ es donde realmente comienza la historia. Con escenas emocionantes entre Monstruo y Conor, a travĂ©s de historias fantásticas en acuarelas animadas, vemos a un niño de solo 12 años aprender a lidiar con problemas que muchos tienen la suerte de nunca experimentar. No quiero contar mucho de la historia, porque realmente vale la pena ver esta pelĂcula, por lo que comentarĂ© otro aspecto que me fascinĂł: el arte.
Dios mĂo, ÂżquĂ© es el arte en esta pelĂcula? Tan pronto como aparecieron los dibujos en acuarela, hice un viaje en el tiempo y volvĂ a otro teatro hace unos años, cuando vi Harry Potter y las Reliquias de la Muerte Parte II. La sensaciĂłn de sorpresa y deleite fue la misma, y ​​querĂa poder pausar la pelĂcula para grabar cada detalle del increĂble arte utilizado en las historias del Monstruo. Es en estos momentos de la pelĂcula que entras en un nuevo mundo fantástico, mágico a tu manera, y olvidas un poco de todo el sufrimiento de la vida real. Conor.
Hablando de sufrimiento, tiendo a sentir aprensiĂłn cuando aprendo que una pelĂcula con tanto peso emocional tendrá niños actores, porque es difĂcil pasar tanto dolor a las pantallas, especialmente cuando eres un niño. Lewis MacDougall (Conor), sin embargo, no tiene este problema. Este niño interpreta el papel del protagonista, sacando lágrimas de los ojos de todos en el cine, incluso de aquellos que rara vez o nunca lloran (como yo). No puedes evitar creer en las emociones de Conor cuando miramos Luis.
Por cierto, sinceramente, ÂżquĂ© pasa con este elenco, que no tiene otro que el maravilloso Sigourney Weaver en el papel de abuela de Conor y Liam Neeson me gusta Monstruo? Todos deben ser felicitados, actuar increĂblemente bien.
En realidad, te dirĂ© la verdad: no tengo malas crĂticas para Siete minutos despuĂ©s de la medianoche. Ninguna. Nada. Cero. Emocionante, profunda y fantástica al mismo tiempo, esta pelĂcula encuentra el equilibrio perfecto entre fantasĂa y realidad, alegrĂa y dolor, y enseña algunas lecciones sobre cĂłmo vivir incluso para aquellos que pensaban que ya sabĂan mucho.