Un hacker llamado Lance McDonald ha descubierto un grave defecto de diseño relacionado con la batería del reloj interno de la PS4. Las consolas Sony dependen de un reloj interno para cifrar y almacenar información sobre los juegos y logros de PS4, pero también elimina la posibilidad de poder jugar juegos físicos o digitales.
Este reloj funciona con una batería CMOS que, como todas las baterías, tiene una autonomía limitada. En unos años dejará de funcionar e inutilizará la PS4, y sólo es posible evitar el problema cambiando la batería, pero ahí no termina la discusión.
Millones de consolas PS4 están en riesgo
De hecho, al cambiar la batería CMOS es necesario sincronizar la hora con los servidores de Sony, lo que requiere conectar la consola a la plataforma PlayStation Network para sincronizar la hora correctamente.
Este reloj interno no puede ser visto, cambiado o alterado por los usuarios, una medida pensada para evitar que las personas hagan trampa a la hora de modificar el tiempo en el que han conseguido los distintos trofeos que se pueden obtener en los juegos.
El fallo en el diseño de la batería del reloj interno de PS4 plantea dudas
Esa batería CMOS también es necesaria para poder ejecutar los juegos, y si la batería dejara de funcionar no podríamos lanzar juegos ni físicos ni digitales. Es posible reemplazar la batería, pero eso hace que la gente tenga que abrir literalmente sus consolas.
El requisito de conectarse a PlayStation Network también es importante, sobre todo porque no se sabe si esta plataforma estará viva a largo plazo. Se supone que sí, pero Sony ya decidió estos días cerrar sus tiendas de contenidos para PS3 y Vita el próximo mes de agosto.
No se sabe si Sony podrá solucionar el problema con una actualización de firmware para estas consolas, pero si no el riesgo es enorme para los 115 millones de PS4 que se han vendido en todo el mundo desde el lanzamiento de esta consola en 2013.
