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adiós a los 900 canales y 8000 películas por 4 euros al mes

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El servicio pirateado de IPTV se llamaba TV Digital, tenía unos 85.000 clientes y por solo 4 euros al mes ofrecía una barbaridad de canales latinos y del resto del mundo.

Adiós a una IPTV pirateada con miles de canales

La televisión digital IPTV tenía la ventaja del gran precio que tenía. “Estos precios se pueden comparar con una pizza, un refresco y unas papas fritas. Nos enfocamos en hacer asequible el servicio y brindar calidad acorde al precio”. En efecto, el costo mensual del servicio era de sólo 1.200 pesos argentinos, aproximadamente 3,94 euros al mes Al cambio.

A pesar de una cantidad tan baja por ver el servicio, esta IPTV pirateada ofrecía acceso a más de 900 señales de televisión, entre las que se emitían ilegalmente canales exclusivos de DirecTV. En la plataforma ilegal también había 8.000 películas, 400 series y se podían ver señales de diferentes partes del mundo.

Como principal responsable de apoyar el servicio, hay un sospechoso bajo custodia. Se trata de un joven de 22 años, técnico informático de profesión, e identificado por fuentes judiciales como Martín Coll. Según fuentes judiciales, Coll está acusado de delito de fraude de derechos de autor. Si es declarado culpable en el juicio, podría recibir una pena de prisión de entre un mes y seis años de cárcel.

El servicio ilegal ya tenía 85.000 suscriptores quienes pagaban, en promedio, esos 1.200 pesos mensuales por el servicio. Como resultado, el imputado facturó 100 millones de pesos argentinos mensuales (aproximadamente 328.000 euros mensuales) por el servicio pirateado de IPTV con el que retransmitía señales de televisión robadas a las principales empresas de televisión satelital y streaming.

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siguiendo el rastro

La investigación estuvo a cargo del Unidad Fiscal Especializada en Investigaciones de Delitos Cibernéticos (UFEIC) de San Isidro, a cargo de Alejandro Musso, y detectives de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Bonaerense.

La técnica era un clásico en las investigaciones de este tipo para recoger pruebas: la del cliente falso. Una de las vendedoras atendió las preguntas de un hipotético cliente. La vendedora no lo sabía, pero la persona a la que le estaba respondiendo una WhatsApp El mensaje no era un cliente potencial que quería saber el precio y los canales que ofrecía la aplicación para la que trabajaba. El interlocutor de ella, en realidad, solo buscaba pruebas para presentar ante la Justicia con el objetivo de desbaratar un negocio ilegal que llegaba a facturar esos más de 300.000 euros mensuales. El cliente falso obtuvo la evidencia que necesitaba. Incluso pagó una suscripción mensual a TV Digital para tener todo documentado en la denuncia que interpuso ante la UEFIC.

Este falso cliente era en realidad parte de Protección de Activos, el Área de Investigación de DirecTV, una de las empresas afectadas por la IPTV pirateada de Digital TV. Los investigadores suponen que detrás de Coll hay más implicados. Lo que se confirma es que hubo un red de reventa que había traspasado fronteras. “Según se determinó durante la investigación, la estrategia de Coll consistió en construir una red de revendedores y súper revendedores (llamados así por la escala de las transacciones), que estaban distribuidos por todo el país e incluso ya se habían extendido a otros países. de América Latina, como Uruguay, Paraguay y Costa Rica. Este tipo de delitos genera pérdidas millonarias para empresas y creadores de contenido, amenaza a miles de fuentes legítimas de trabajo en la industria e impide la recaudación de impuestos”, explicaron fuentes judiciales.

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