Todas las Noticias en Películas, Avances de Películas y Reseñas.

Adiós a los coches de gasolina y diésel en 2035: la Comisión Europea endurece sus propuestas para combatir el cambio climático

Adiós a los coches de gasolina y diésel para 2035: la Comisión Europea endurece sus propuestas para combatir el cambio climático. “La economía de los combustibles fósiles ha llegado a sus límites. Queremos dejar un mundo saludable, un buen mercado laboral y crecimiento a la próxima generación”. Así de contundente fue Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, después de que el organismo emitiera oficialmente su propuesta para reducir las emisiones nocivas para el medio ambiente en al menos un 55% para 2030.

Adiós a los coches de gasolina y diésel en 2035

Eso equivale a volver a los niveles de emisiones que teníamos en los años 1990. Y una de las medidas para lograrlo es reducir el mismo porcentaje de emisiones de automóviles para ese año y dejar de vender vehículos que emitan gases nocivos para 2035.

Parece una fecha lejana, pero todo es relativo. Estamos hablando del fin de la venta de coches de gasolina, diésel o incluso híbridos en cuestión de catorce años. A partir de entonces, estos coches seguirían circulando por las carreteras, pero sólo se podrían comprar coches de cero emisiones. La Comisión estima que para 2050 no habrá más coches de combustión en las carreteras.

El objetivo es ambicioso. Tanto es así que habrá que endurecer aún más la Ley de Cambio Climático y Transición Energética que algunos países habían aprobado a principios de abril: preveía la venta exclusiva de coches cero emisiones hasta 2040 y ahora habrá que adelantarla por cinco años. Empresas como Renault ya han hecho bien en fijarse objetivos para reducir las ventas de coches de combustión a sólo el 10% de aquí a 2030.

Recomendado:  Resolviendo el proceso de creación de las últimas aplicaciones bancarias con tecnología Neobank

En paralelo a esta nueva directiva, la Comisión Europea también ha propuesto medidas que requerirán la instalación de puntos de recarga de coches eléctricos cada 60 km y puntos de repostaje de hidrógeno cada 150 km en las principales carreteras de la Unión.

La negociación para que todos los países miembros de la Unión cumplan estas directrices incluirá un fondo de 72.000 millones de euros, que se dedicará a evitar que el precio de la energía se encarezca demasiado debido a esta transición hacia un modelo limpio. Lo que aumentará es el precio de los combustibles fósiles, buscando así desincentivar su consumo y atraer a los ciudadanos a pasarse a coches libres de emisiones y disfrutar de las ventajas fiscales que cada país ofrece a sus propietarios.

La propuesta también incluye medidas para reducir las emisiones en otros sectores como plantar 3.000 millones de árboles en los bosques europeos, aumentar el porcentaje de energía limpia producida respecto al total hasta el 40% de aquí a 2030, el acceso a energía limpia en aeropuertos y puertos, límites a la el consumo de combustibles fósiles en grandes barcos y la tributación de los productos importados en función de la cantidad de CO2 que hayan emitido.