Mantener a raya el correo no deseado es una tarea más fácil de lo que parece, usando el sentido común, siendo constante y aplicando algunas buenas prácticas… eso sí, comparado con tu perseverancia, la avalancha de spam en internet. Sin embargo, siempre queda una última opción: empezar de cero con una nueva cuenta de correo electrónico en la que aplicar todo lo aprendido. Así es como me deshago del spam en mi correo electrónico.
Dedique tiempo a crear buenos filtros
La forma más eficaz de evitar el spam entrante es configurar bien los filtros de correo electrónico. Toque el engranaje para ingresar a la configuración y luego en ‘Ver todas las configuraciones‘ > ‘Filtros y direcciones bloqueadas‘ > ‘crear un filtro‘.
Aquí es donde se crean los filtros para evitar que lleguen al buzón, por lo que si en un momento dado recibes un correo spam, puedes actuar para que sea la última vez.
Por lo tanto, puede buscar una dirección que ya le haya enviado algunos correos electrónicos no deseados para recopilarlos todos. En el siguiente campo, elegirá qué hacer con estos correos electrónicos. Para el spam y el correo no deseado, mi solución es Archivarlo, lo que evita que lo veas en tu bandeja de entrada pero no lo elimina, en caso de que necesites recuperarlo más tarde.
Informe, informe, informe
Cuando llega a mi bandeja de entrada un correo electrónico que es spam, ni siquiera me molesto en leerlo. Vamos, que no lo leo ni lo borro. Interacciones mínimas: lo marco como spam para que Gmail comprenda que es probable que este tipo de correos electrónicos se bloqueen en el futuro.
Al marcarlo como correo no deseado, el correo electrónico va automáticamente a la carpeta de correo no deseado y se informa a Google como tal. Entonces Google analiza el correo electrónico para determinar si se trata de spam, usando nuestro caso para detectar patrones similares para mí o para otras personas.
No regales tu correo electrónico
Una de las tareas más importantes para proteger nuestro correo electrónico es simplemente no regalarlo, de la misma manera que no regalamos fácilmente nuestro teléfono. Ir facilitando nuestro correo a cualquiera hace posible que llegue a manos no deseadas. Así, lo ideal es no publicar nuestro correo electrónico a la vista de nadie y solo facilitarlo a empresas y servicios en los que confiamos.
Por supuesto, la guinda del pastel es tener siempre una contraseña lo más segura posible que nadie pueda adivinar fácilmente. Hay quien apuesta por un gestor de contraseñas, pero yo prefiero crear una clave fuerte que puedes memorizar para que no la guardes en ningún lado.
No te suscribas a todo
Cada vez que damos nuestra dirección de correo electrónico a un servicio o empresa, aumentamos el riesgo de recibir spam y otras amenazas… puede ser porque nos envían spam, porque esa empresa en cuestión sufre un ciberataque o tiene una brecha de seguridad en la que se filtran tus datos o porque vende tus datos a terceros. Las bases de datos de correo electrónico son las más jugosas.
Pero esto es más fácil decirlo que hacerlo, ya que en la práctica piden un correo electrónico para prácticamente todo. Vale la pena pensarlo dos veces, leer la política de privacidad (y configurarla bien para deshabilitar esas opciones de intercambio de datos, si lo permiten) y ser selectivo.
Haz un esfuerzo para darte de baja
Recibir y enviar correos electrónicos es gratis y se nota. Por lo tanto, es bastante común encontrar una buena cantidad de correos electrónicos y quizás tener la tentación de eliminarlos y punto. Una buena práctica, aunque más laboriosa, cuando no está interesado en el correo electrónico de un servicio que llega regularmente es abrir el correo electrónico y desplácese hacia abajo hasta la parte inferior donde debería encontrar la opción para darse de baja.
Quizás te interesó en un momento determinado o simplemente lo marcaste por inercia, pero una empresa con una buena (y legal) política de tratamiento de datos debería darte la opción de quitarte de su lista de envíos comerciales y ponértelo fácil. .
Mejor tener otro correo para crear cuentas
Empecé en esto de internet con una cuenta de correo de Hotmail. Luego vino otro. Y otro. Luego me cambié a Gmail y con los años he creado muchos otros. Algunas las he dejado de usar, pero otras guardan mis suscripciones, contactos y relaciones más importantes y me valen oro.
la pregunta esta en tener una cuenta de correo seria en la que medimos mucho nuestras comunicaciones y suscripciones y otra más informal para suscribirnos a aquellos servicios que nos interesan, pero quizás la empresa en cuestión no nos de muy buenas sensaciones en cuanto a la gestión de datos. Así, uso mi cuenta seria para trámites bancarios y con la administración y mi otra cuenta para algunas promociones con descuentos.
…y use un correo electrónico temporal cuando sea posible
Algunos trámites de suscripción que realizamos online no tienen ningún sistema de verificaciónPor ejemplo, algunos sitios web que te piden que ingreses tu correo electrónico para descargar algo. Pero otros solicitan que ingrese su correo electrónico y toque un enlace, lo que necesariamente implica que usa una cuenta existente.
Lo normal en esas ocasiones en las que sé que pocas veces volveré a utilizar el servicio o que solo será una vez es prueba con un correo que no existe y si por lo que sea requiere verificaciónRecurro a direcciones de correo electrónico temporales.
Estos servicios te brindan una dirección y un buzón por tiempo más que suficiente para que realices la verificación y luego adiós. Has utilizado el servicio pero no has dado tu email.
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