Ken y Jeff:
No se trata de “vender miedo”, sino de aprovechar la incertidumbre como parte de la propuesta de valor al comercializar un producto. Es lo que hacen las compañĂas de seguros. Luego, el posible comprador tiene que realizar su propio análisis de riesgo/beneficio para determinar si esa propuesta de valor lo lleva o no a una “compra” de ese producto. Si el riesgo es demasiado bajo, como en “nunca realizo esa actividad” o el beneficio es desfavorable, como en “eso no me ayuda lo suficiente” o “el precio inicial es demasiado alto para lo que se ofrece”, entonces la propuesta de valor es un error o simplemente fue un marketing deficiente.
Vender miedo es: ‘Hay algo que viene hacia ti’. No puedes correr. No se puede ocultar. Te atrapará. Nuestro producto (o yo solo) podemos salvarle.’ Es lo que muchos en la comunidad antivacunas han acusado de involucrar a la comunidad profesional de salud pĂşblica en torno al uso de vacunas. La diferencia es que las enfermedades transmisibles son reales. TambiĂ©n lo es la ingenuidad inmunolĂłgica; la inevitable colisiĂłn de ambos resulta en millones de muertes evitables al año por enfermedades prevenibles con vacunas. Por lo tanto, eso tampoco se considera “vender miedo”, sino intentar informar la toma de decisiones frente a opciones que salvan vidas.
Más bien, la arena polĂtica es un teatro en el que “vender miedo” es prácticamente de rigor para muchos de los polĂticos más ambiciosos de la actualidad.