A pesar de las numerosas investigaciones, hay un enigma que desconcierta a los científicos: ¿Cómo es el interior de la Luna?
El interior de la Tierra, como el de la Luna, sigue siendo un misterio por resolver para los científicos. Descubrimientos recientes sobre el núcleo interno de la Tierra revelaron que es una esfera texturizada que a veces cambia de dirección a medida que gira. Sin embargo, El misterio del interior lunar sigue enloqueciendo a la comunidad científica.
Los expertos creen que debajo de la corteza lunar llena de cráteres que ya has visto en miles de imágenes, se encuentra el manto lunar, asentado sobre lo que podría ser una capa parcialmente fundida que podría dar pistas sobre la formación de la propia Luna.
Sin embargo, un nuevo estudio realizado por investigadores de Alemania, la República Checa y los Estados Unidos, sugiere que el manto lunar, ese misterioso interior, podría ser sólido en todas partes, desafiando las teorías actuales de los geocientíficos.
Para comprender mejor lo que esconde este satélite e intentar arrojar luz sobre esta nueva posibilidad, los científicos compararon dos modelos diferentes, estudiando la forma y el movimiento de la Luna a través de mediciones y ciclos rítmicos, para inferir cómo podría ser su interior.
Un rompecabezas aún sin resolver
Con esto en mente, dos escenarios parecen probables: uno sugiere la existencia de una capa parcialmente derretida a más de 1.000 kilómetros de profundidad. Esta primera idea nació gracias a las mediciones recopiladas de las estaciones lunares desplegadas por las misiones Apolo y operativas desde 1972 hasta 1977.
La segunda y novedosa idea postula que no hay tal capa fundida. “Según el segundo, no existe tal capa fundida, y la deformación medida de la Luna puede explicarse por el comportamiento de las rocas sólidas a temperaturas relativamente bajas”, explican los investigadores.
Por ahora, ambas posibilidades no se pueden distinguir con los datos actuales, por lo que se requieren futuras exploraciones lunares para resolver el misterio.
Aunque tampoco se puede confirmar la existencia de una capa viscosa, este nuevo estudio proporciona una visión más profunda del interior de la Luna y abre la puerta a nuevas preguntas que, con suerte, serán respondidas en futuras misiones espaciales.
