Gracias por visitarnos y por leer el artículo: Una carta inédita de Steve Jobs acaba en manos de un viejo amigo y este decide subastarla. Resulta ser una futura profecía.
ManzanaLos comienzos de fueron ciertamente peculiares. Eso sí, si hubieran hecho lo mismo que el resto, hoy no serían lo que son. Recuerda: “Piensa diferente”. Empezaron en el garaje de los padres de Steve Jobs, y desde allí han hecho de su sede, Apple Park, uno de los edificios más caros del mundo.
El camino ha sido largo, arduo y lleno de baches, pero todo llega. Lamentablemente Steve no pudo ver su trabajo completo, aunque nos dejó muchos momentos, anécdotas y recuerdos para la historia, y eso es eterno. Hoy hablaremos de una carta que le entregó a un viejo amigo. Todavía es un pequeño trozo de papel, de 8,5 por 11 pulgadas, pero es la representación tangible de un legado que va mucho más allá de su tamaño.
Una amistad que trasciende el tiempo.
La casa RR Auction está subastando ahora mismo por 22.987 dólares (unos 22.000 euros) el borrador manuscrito y firmado de Steve Jobs para el Apple-I. También lo acompañan dos fotografías tomadas por el propio Jobs y a las que él mismo tomó notas en su momento. Es interesante que coincida, según el historiador de Apple Corey Cohen, a la perfección con el que acabó siendo el primer anuncio del producto en la revista. Revista Interface de 1976. Junto con este documento, hay una carta de la persona que recibió este regalo de Stevey que adjuntamos íntegramente, ya que representa perfectamente lo unidos que estaban.
“Conocí a Steve Jobs en octavo grado, en 1968. Como era nuevo en la escuela, Jobs estaba buscando a alguien con quien pasar el verano, y nos hicimos amigos rápidos, paseando en bicicleta por todo el área de Sunnyvale y Los Altos e incluso andando en bicicleta desde su casa a través de las montañas de Santa Cruz hasta la playa. Pasamos el rato juntos en el garaje de la familia Jobs, donde el padre de Steve trabajaba en autos y otros proyectos. Uno de los proyectos era un bote de esquí que nos llevaría a esquiar al embalse de Calero en el sur del condado de Santa Clara. También me invitaron a pasar una semana de vacaciones de verano con la familia Jobs en Lake Camanche, cerca de Sacramento.
En el verano de 1972, mi hermana, su amigo Steve y yo fuimos de campamento y de mochileros durante unos días a Yosemite, un viaje que puede haber despertado el amor de Steve por Half Dome, mientras caminábamos hacia la parte de atrás y subíamos por la sendero de cable a la cima. El transporte hacia y desde Yosemite fue mi furgoneta Volkswagen de 1964, que todavía conservo. Después de esa aventura, Steve y yo tomamos caminos separados: yo a la universidad en el sur de California y Steve a Oregón y otros viajes.
Cuando visitaba a mi familia en Sunnyvale, iba a ver a Steve de vez en cuando. Una de las visitas fue a la primera oficina de Apple en Palo Alto y otra a NEXT Computer. La última vez que Steve y yo nos vimos fue en junio de 2011. Desafortunadamente, Steve falleció en octubre siguiente y asistí a su funeral en la Universidad de Stanford.
Durante el tiempo que Apple 1 estuvo en proceso, visité a Steve varias veces (Navidad de 1975, vacaciones de primavera de 1976 y verano de 1976) y observé cómo se probaban las computadoras en cajas en el garaje. Fue durante una de estas visitas que Steve me dio una foto Polaroid de la computadora, una foto Polaroid del Apple 1 Basic y una oferta escrita a mano por placas base por $75 cada una”.
Como ya hemos dicho, está escrito de puño y letra de Steve Jobs, quien lo firmó en minúsculas como “steven jobs”. También enumera la dirección de la casa de sus padres: “11161 Crist dr., Los Altos, Ca 94022”, así como un número de teléfono de contacto: “(415) 968-3596”. El borrador explica que Apple-1 usa un microprocesador 6800, 6501 o 6502. También desglosa características más técnicas y concluye fijando un precio de 75 dólares por “solo placa + manual, una auténtica ganga”.
Lo cierto es que es toda una parte de la historia de Apple, que acabó prediciendo el que a la postre sería el primer ordenador de la empresa más valiosa de la historia, y uno de los primeros ordenadores personales del mundo. Habrá que esperar a ver a cuánto se acaba vendiendo, pero Es una de esas cosas que deberían estar en un museo.. No por lo que es —que también es— sino por lo que representa.
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